lunes, 23 de enero de 2012

Que no me importa nada.

Paso. ¿Paso de qué? De todo. No me importa nada. Sí, si que me importa pero intento fingir que no. Todo me importa, mucho y poco. Es imposible que dos contrarios se den al mismo tiempo, pero sí a mi me pasa. O, alomejor solo me importa mucho y quiero creer que me importa poco. Porque todo me afecta. Demasiado. Hasta tal punto que me perjudico a mi misma. ¿Cómo y por qué? Muy fácil, porque cuando pienso, me encierro. Y pienso porque todo me importa. Y al encerrarme  me descuido. Pero no me importa. Porque paso de todo y de nada. Por eso estoy así, y me asusto de mi misma. Así como nunca había estado. Y por eso paso. Para que nada ni nadie me preocupe. Para que nada me afecte. Para que todo se resuelva solo, o que lo resuelvan los demás. Pero... siempre se corre el riesgo de perderlo todo. Como ya me pasó varias veces y que me volverá a pasar otra vez más.

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