domingo, 22 de enero de 2012

Smile.

No era una mentira, para mi nunca lo fue. Siempre fuiste lo importante, y siempre que te hablaba era porque realmente quería hablar contigo. Cuando decía que eras lo mejor de mi vida, cuando decía que te quería decir siempre a mi lado, cuando me sacabas todas esas miles de sonrisas estúpidas, para mi no era un juego. Cuando me pasaba hasta las cuatro de la mañana llorando por no tener tus manos jugando con mi pelo mientras me duermo, o cuando se me perdía la mirada al hablar de cualquier tema que no fueras tú, no lo hacía por aparentar. Cada vez que he pegado un brinco cuando alguien me decía que estabas cerca, o los destellos que me salían en los ojos cuando te veía, o como me cambiaba la voz cuando hablo de ti, no están preparados ni son parte de ninguna obra de teatro. Cuando sonreía al oír tu nombre, cuando pasaba casi una hora mirando tu perfil, cuando comprobaba cada tres minutos si estabas conectado, cuando te decía que eras solamente tú, no era una broma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario